La subida del IVA y otros menesteres. Penúltimo asalto a la libertad.

Hoy todos debemos de pagar un poco más por nuestros alimentos, por nuestra vestimenta, por nuestra vivienda o por nuestra cultura. Todos, ricos y pobres, colaboraremos en igual medida a llenar los bolsillos de, entre otros, los banqueros que especularon con nuestro dinero.

Hoy todos debemos de pagar por más de 400 medicamentos que la sanidad pública ya no cubrirá. Todos, jóvenes y ancianos, mileuristas, parados o ejecutivos. 

Hoy no todos podrán ir al médico cuando su cuerpo sufra, porque muchas personas se quedarán a las puertas de esa atención en pro de un ahorro que no es real, puesto que ya hay estudios que indican que a la larga traera más problemas y gastos que otra cosa (amén del valor humano que es despreciado por este gobierno).

- Que bien os la he clavado, ¡soy un crackkk!

Hoy este jodido país es más pobre que ayer. Y no porque la prima de riesgo haya subido, o la bolsa esté por los suelos. Sino porque este gobierno nos hace pagar los platos rotos a todos por igual, porque en vez de cargar a los que más tienen va a ser la inmensa mayoría del pueblo el que apechugue y sacrifique lo poco que le queda. Porque el PP y sus secuaces dejan el humanitarismo de lado y venden, por cuatro monedas, a aquellos que están sin papeles.

Hoy el lujo no teme por la subida del IVA. Ni por la sanidad pública. Ni por la educación para todos. Ellos tienen todo eso asegurado, lo pueden pagar de sus bolsillos. Por el momento. Que esta cuerda se esté tensando tanto tiene que hacernos recapacitar de que no podemos seguir siendo entes vacíos manejados como marionetas. De que debemos de ser los dueños de nuestro futuro y no creer a papanatas que, como mesías o padres ante adolescentes, nos dicen llevar por el buen camino. Ahora, que más que nunca el derecho a voto se ha visto pisoteado por un tipo que hace lo contrario de lo que prometió antes de ser elegido (para aquellos que se creyeron sus idioteces), ahora que se ha visto lo podrido de este sistema (para aquellos a los que aún no se les había abierto los ojos) debe de ser el momento para despertar. Sólo así evitaremos que nos esclavicen. Sólo así podremos mirar hacia adelante.