jueves, 3 de mayo de 2012

Makhno y la Maknhovtchina (3ª y última parte).

En esta situación tensa entre Machnovistas y bolcheviques surge el 12 de mayo de 1919 la rebelión de Gregorief. Éste había sido oficial del ejército zarista, pasando después a las filas pleturianas y más tarde al ejército bolchevique. Las filas machnovistas recibieron un mensaje del ejército bolchevique donde se las instaba a luchar contra Gregorief o, en caso contrario, se tomaría como una declaración de guerra. Gregorief, en opinión de Archinoff, no era más que un aventurero con más simpatías al régimen derrocado que a los nuevos tiempo. Y éste fue el motivo de que finalmente los machnovistas decidieran hacerle frente como peligro contrarevolucionario, puesto que pese a las amenazas y roces con los bolcheviques les unía a éstos unos sentimientos revolucionarios contra los que, antes o después, Gregorief acabaría traicionándolos y, de poder, volvería a una situación anterior. Sin embargo no dejan de advertir en un telegrama al ejército rojo que "permaneceros inquebrantablemente fieles a la revolución de los obreros y los campesinos, pero no a las instituciones de violencia con vuestros comisarios y vuestras comisiones extraordinarias que se complacen oprimiendo al pueblo trabajador".

 Reunión de soldados del ejército machnovista

Gregorief tomó diversas localidades y se acercó peligrosamente a Ekaterinoslav. Las autoridades comunistas estaban inquietas, y desde sus medios de propaganda se comenzó a acusar falsamente a la Machnovstchina de ser su cómplice. Una proclama del ejército insurreccional donde se tildaba a Gregorief de oportunista, antirrevolucionario y antisemita dejó clara la posición de Machno y los suyos, y tranquilizó momentamente a las fuerzas soviéticas que muy pronto sin embargo volvieron a poner sus ojos en los rebeldes. La llegada de Trotsky a Ucrania no hizo sino aumentar esta tensión menospreciándolos y cesando el suministro de municiones y material de guerra, esencial para que los machnovistas continuaran luchando contra las tropas blancas de Denikim. Posteriormente comienzan una serie de detenciones masivas de guerrilleros en distintas poblaciones destruyéndose las comunas organizadas por éstos, sobre todo tras las convocatoria por parte de los insurrectos del 4º Congreso. En una proclama Trotsky prohibe este Congreso y habla de que "todos los delegados a dicho congreso deberán ser arrestados de inmediato y llevados ante el Tribunal Revolucionario Militar", así como que "todas las personas que difundan los manifiestos de Machno deberán ser arrestadas". 

Trotsky se retrata perfectamente en estas medidas que pretenden llevar a una muerte segura a aquellos que él llama "antirrevolucionarios" y que no son sino los habitantes de la región libre organizados y autogestionados sin más mediación de autoridades que la que ellos mismos suponen. Detenciones, ejecuciones de delegados, fueron sucediéndose. Y mientras esto sucedía Denikim con sus cosacos rodearon a los machnovistas en la línea Mariopol-Kuteinikovo-Taganroc, llegando a ocupar incluso la región natal de Machno, Gulai-Polé. Los rebeldes, mientras tanto, intentaban aguantar pese a carecer del suficiente armamento, bloqueado por los soviéticos. Trotsky continuaba la persecución de los rebeldes y Machno y éste, ante la situación alarmante que vivían decidió dejar temporalmente la dirección de las tropas para evitar un confrontamiento directo con el ejército rojo del que sólo se beneficiaría Denikim, que esta en franco avance en esos momentos.

 León Trotsky, autor de la proclama que prohibió el 4º Congreso machnovista y tildó a sus participantes de contrarrevolucionarios, con lo que ese adjetivo conllevaba de ajusticiamiento futuro.

Denikim continuaba avanzando y ocupando a sangre y fuego las distintas poblaciones insurrectas de Ucrania, mientras los soviéticos se veían desbordados por la situación y miles de campesinos huian del avance blanco. Machno reorganiza un nuevo ejército y hostiga sin cesar las tropas enemigas como único freno de su avance. Mientras, se celebra un congreso de insurrectos en el que convergen machnovistas y partidarios de Gregorief, el cual es puesto en evidencia cuando pidió unirse a Denikim, siendo finalmente ejecutado en la reunión. Parte de sus tropas pasarían en ese momento a engrosar las filas de los machnovistas. Mientras esto pasaba las tropas rojas se sublevaban y parte de ellas se disgregaban y se unían nuevamente a su ejército original, el insurrecto. 

Reforzado así el ejército machnovista con parte del antiguo ejército de Gregorief y con parte de sus antiguas tropas unidas al ejército rojo comienza la ofensiva final contra Denikim, el principal peligro en ese momento. Las batallas son duras y el ejército insurrecto poco a poco se ve obligado a retirarse más y más, hasta llegar el momento decisivo de la batalla final, en Peregonovka. Ahi el combate fue encarnizado y el ejército de Denikim fue aplastado por una cruenta batalla que llenó los campos de cadáveres. Victorioso el ejército machnovista comenzó su ofensiva liberando los pueblos por los que pasaban, eliminando cualquier vestigio de autoridad y tomando una tras otra las ciudades de Dolonskaia, Krivo-Rog, Nikopol, Alexandrovsk... 

Tras la ocupación del mediodía Ucraniano nuevas derrotas de las tropas blancas hicieron que se tomara también la cuenca del Donetz y el norte. Nueva ofensiva blanca y varias ciudades son retomadas por Denikim, pero esto era el principio del fin y el avance machnovista era ya imparable, como se pudo ver en la deserción de las tropas cosacas que abandonaron a su suerte a los blancos.

Tras la derrota de Denikim el ejército rojo aprovechó la situación para ir ocupando el territorio. Mientras, y aún en plena resaca victoriosa, se realizaba un nuevo Congreso regional insurrecto donde se plantearon entre otros el asunto de los soviets libres, el intercambio muto de trabajo entre obreros y campesinos, la organización igualitaria y anarquista de la vida... los machnovistas eran partidarios de la libertad de prensa y de opinión, y en contra de cualquier institución que pretendiera imponer su autoridad a la población.

Los machnovistas se limitaron, a nivel militar, a ocupar parte de la región del Dnieper y del Donetz, pero no supieron aprovechar el momento para llevar a cabo una verdadera expansión por toda Ucrania que los hubiera podido defender de las futuras agresiones soviéticas. Así, tras los primeros momentos de euforia, se agruparon de nuevo en la zona de Gulai Polé y en las ciudades de Melitopol, Nikopol y Alexandrovsk. Cuando llegaron varias divisiones del ejército rojo hubo un primer momento donde parecía que todo iba ser de color de rosa, confraternización, alabanzas mutuas... hasta que el Consejo Militar Revolucionario del XIV Cuerpo del Ejército Rojo dió la orden a los destacamentos machnovistas de dirigirse al frente polaco. El Consejo de los Guerilleros se opuso rápidamente a esta orden: primero porque eran conscientes de que se trataba de una maniobra para que la zona fuese tomada, ya sin oposición militar rebelde, por las tropas rojas; segundo, porque el Consejo no admitía recibir órdenes de autoridades ajenas a ellos, que habían luchado encarnizadamente contra Pletura y Denikim y que habían liberado el territorio de la reacción.

 Piotr Wrangel, causa del último acuerdo entre bolcheviques y machnovistas. De no haber sido parado por estos últimos se cree que Wrangel podría haber creado en Ucrania un estado "blanco" y contrarevolucionario que, sin embargo, nunca llegó a existir.

Frente a esta negación los bolcheviques, viendo la excusa perfecta para librarse de una vez por todas de aquellos que desafiaban su autoridad, declararon "fuera de la ley" a Machno y sus camaradas, y a partir de este momento la guerra fue abierta entre los dos bandos. Fusilamientos, deportaciones... fue lo que recibieron los campesinos de las zonas tradicionalmente machnovistas, mientras que por varias veces se intentó asesinar a Machno, que salió indemne de todas ellas. Un último acuerdo habría entre los dos bandos en julio de 1920: el de acabar con el contrarrevolucionario Wrangel que había tomado el relevo a Denikim y se presentaba ahora con un peligro cierto. Se firmaron una serie de medidas como el cese de la persecución a los machnovistas, la libre participación en los soviets o la libertad de propaganda, así como la actuación militar machnovista subordinada al ejército rojo. El tiempo que duró esta tregua fueron momentos de profundización libertaria en todos los aspectos, profundización que por la propia historia del movimiento makhnovista apenas si tuvo tiempo al estar constantemente amenazado por unas y otras fuerzas.

La caída de Wrangel y la reanudación de las hostilidades por parte de los bolcheviques hacia los machnovistas fue casi una misma cosa. Bajo la falsa excusa de que los machnovistas estaban preparando una insurrección al gobierno rojo y no siendo necesarios para hacer frente a ningun peligro nuevo, el ejército soviético cayó sobre ellos con toda su fuerza. Esta vez el movimiento estaría sentenciado. Cogidos por sorpresa mucho de sus simpatizantes y luchando hasta morir el resto en diversas batallas, los machnovistas no tenían ya ninguna posibilidad en una guerra a gran escala con las enormes fuerzas bolcheviques. Si bien hubo victorias heróicas por parte de Machno y sus hombres, la superioridad numérica hizo decantar la balanza por parte de los soviéticos que acabaron eliminando a gran parte del ejército de la machnovstchina. Machno, herido varias veces y al borde de la muerte, consiguió escapar y, tras un peligroso peregrinaje por diversos países, acabar sus días en París prematuramente por culpa de sus viejas heridas de guerra y mala salud.
 Machno durante su exilio en 1930.

En Ucrania el ejército rojo no quiso acabar solamente con Machno y sus soldados sino con el ideal anarquista que había calado en tantas aldeas. Hubo fusilamientos masivos de campesinos en pueblos como Tokmatchka, Uspenovka, Novospassovka, Pologui... que intentaron borrar el movimiento de la historia. Y casi lo consiguieron, pues la historia oficial rusa no se ocupó de él más que para menospreciar a los machnovistas tratandolos de rateros, contrarrevolucionarios... Triste agradecimiento a una gente que luchó contra todos aquellos enemigos de la revolución que, para ellos, no era otra cosa que el protagonismo del individuo en sus vidas, sin autoridades punitivas por medio. Salud.

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