lunes, 30 de abril de 2012

Makhno y la Makhnovstchina (2ª parte)

La Petlurovstchina pronto perdió empuje cuando los obreros y campesinos vieron que carecía del impulso revolucionario que habían esperado, y muchos abandonaron sus filas, mientras que en el campo de batalla luchaba contra makhnovistas y bolcheviques, los cuales finalmente entrarían en Kiev adquiriendo gran parte de Ucrania.

 Guerrilleros del Ejército Negro de Makhno

Los bolcheviques y su sistema hacía que el pueblo perdiera su empuje y estuviera finalmente sometido a unos soviets sin voluntad propia donde su única función era el votar a unos diputados que obedecían únicamente la dirección del Partido. En el campo, la propiedad de las tierras pasaba de los terratenientes al Estado, el nuevo kulak, que privaba nuevamente del disfrute de las tierras a quienes la trabajaban. Todos los órganos, medios de prensa o fábricas estaban siempre dirigidos por políticos del Partido y la decisión del pueblo se ahogaba como gota en océano en unas votaciones limitadas por dicha organización. Asimismo, el control del pensamiento único hace que se cierren publicaciones revolucionarias ajenas al ideario oficial tildándolas de enemigas de la revolución. En opinion de Archinoff, autor del libro "Historia del movimiento Majnovista",  "el rasgo psicológico saliente del bolchevismo es la afirmación de su voluntad por medio de la represión de la voluntad de los demás: la anulación de toda individualidad hasta convertirla en un objeto inanimado (...) El bolchevismo se manifiesta en toda la revolución rusa exclusivamente por gestos autoritarios (...) Le falta lo que constituirá el rasgo esencial de la verdadera revolución social futura: el deseo desinteresado de trabajar, de trabajar sin tregua, hasta olvidarse de sí mismo, por el bien del pueblo".

A inicios de febrero de 1919, los bolcheviques consiguen tomar Kiev, si bien ya antes los machnovistas habían estado luchando contra los Pleturianos. Así, liberaron Ekaterinoslav y crearon una gran zona al este libre de toda autoridad. En esa gran zona se expulsa a los terratenientes y se crean varias comunas totalmente autogestionada por los campesinos, asignados a ellas de forma voluntaria.

Bandera Makhnovista

Sin embargo y tras la pérdida de poder de Pletura un enemigo más fuerte acecha las tierras ucranianas: el movimiento reaccionario de Denikin, cuyo plan final era reinstaurar la monarquía zarista. Sus tropas, formadas por oficiales zaristas y cosacos, atraen hacia sí a importantes grupos humanos afines y amenazan la zona libre que tanto ha costado ganar en los últimos meses a los makhnovistas. Se celebra el Segundo Congreso Regional de Obreros y Campesinos Rebeldes y se acuerda una nueva movilización voluntaria para reforzar el castigado ejército libre. Este Congreso estaba formado por representaciones de los diferentes distritos de la zona libre y de los destacamentos guerrilleros, preocupándose no sólo de los aspectos puramente militares sino tambien de la administración local. 

La machnovtchina tuvo que vivir desde su creación, por las circunstancias históricas y políticas, en un contínuo estado de guerra, que la limitó a la hora de poder extenderse en lo más importante, su autogestión y su formación como estado libre ajeno a cualquier autoridad política. Así, el territorio que tanto esfuerzo le había costado ganar a los guerrilleros estaba en 1919 en grave peligro: por el norte, el ejército comunista que no iba a permitir una zona ajena a su dominio por muy revolucionaria que fuera; por el suroeste, las tropas blancas de Denikin.

 Antón Denikim, líder de la contrarrevolución

Las primeras intentonas del ejército blanco de colarse por el Don y Kuban pronto fueron neutralizadas por los machnovistas, que llevando allí sus tropas consiguieron echarlo declarando territorio libre gran parte de esa zona y ocupando las ciudades de Berdiansk y Mariopol.  Durante seis meses se crearía en esa línea un frente donde los machnovistas aguantaron una y otra vez los ataques reaccionarios causándoles importantes derrotas.

Cuando los machnovistas llevaban más de tres meses luchando contra los partidarios de Denikim llegaron a la zona libre los regimientos comunistas. Machnov en ese primer momento era admirado por sus dotes militares y como revolucionario, y se le pidió que sus guerrilleros pasaran a engrosar las filas del ejército rojo. Sin embargo grandes diferencias separaban al movimiento de la machnovstchina del comunista, lo que impidió esta fusión, aunque no por ello trabajar por un bien común, la eliminación del peligro blanco. Machnov ya advirtió a su círculo más cercano que temía que en un futuro pudiera ocurrir una guerra civil contra los comunistas, que no pararían hasta conseguir controlar esa zona libre, pero en ese momento la lucha contra Denikim era más importante por lo que su triunfo podía suponer para cualquier avance revolucionario.

Así, finalmente, los machnovistas pasaron a luchar dentro del ejército rojo, pero no fusionándose, sino con ciertas prerrogativas que lo diferenciaban de él. Los guerrilleros machnovistas no aceptaban a las autoridades comunistas, seguían funcionando como antes de que ellas llegaran al territorio, y esto era algo que irritaba a Moscú. De esta manera comenzó una campaña de difamación hacia el movimiento machnovista que partió de las autoridades comunistas, a detener a sus miembros más significantes y a dejar de aprovisionar a sus tropas pese a que luchaban contra el mismo enemigo. Algunos se pueden preguntar el por qué entonces colaboraron juntos: es la naturaleza revolucionaria de unos y otros lo que hizo a los machnovistas decidirse por su colaboración con los comunistas frente al contrarrevolucionario movimiento de Denikim, que sí o sí los retraía a tiempos del Zarismo. Digamos que fue la elección del mal menor, que sin embargo sería el principio del fin para el movimiento libertario.

La alarma sonó entre los machnovistas cuando, queriendo celebrar el Tercer Congreso de Campesinos, Obreros y Guerrilleros, previsto para el 10 de abril de 1919, recibieron una nota de del comandante comunista de la División, Dybenko, que declaraba el acto contrarrevolucionario y por eso fuera de la ley. La respuesta machnovista no llegó en tardar. No se podía declarar contrarrevolucionario un Consejo que se había convocado por voluntad popular del territorio libre y sus representantes y que era a su vez consecuencia del segundo Consejo, realizado en un momento crítico en las luchas contra Pletura y Denikim y cuando en esa zona no existína autoridades soviéticas. Los machnovistas reiteraron que ese territorio era libre porque el pueblo se había levantado contra todos los enemigos que querían plantar, de una u otra manera, cualquier signo de autoridad sobre ellos, ya viniera de la reacción blanca o de las autoridades comunistas.

Pese a todo aún no se daría la confrontación abierta entre machnovistas y comunistas. Éstos mandarían una importante delegación que si bien por una parte halagaba las hazañas de los guerrilleros en su lucha revolucionaria por otro lado les decía que era inadmisible para el estado soviético que hubiera autoridades ajenas a éste, es decir, que los trabajadores y campesinos tuvieran capacidad de elección en un Congreso que ya habían declarado ilegal. La marcha de estas autoridades dejó un amargo sabor en los machnovistas que presintieron que iban a tener que seguir luchando mucho después de que Denikim cayera.

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