Los enemigos. El antisemitismo "nacional".

El recorte de prensa que a continuación reproduzco aparecía el viernes 1 de enero de 1937 en el periódico "El Progreso. Diario de Información", Lugo. Me parece interesante porque con tanto revisionismo protohistórico a muchos se les suele olvidar el verdadero pensamiento de los principales ideólogos de la "España nacional". Es muy significativo ese antisemitismo y esa alusión a Hitler y Mussonilini, que "con decisión y valentía" estaban acabando con la posibilidad de que se "incuben planes satánicos de exterminio y barbarie". Nunca veremos en los canales de televisión "neoliberales" hacer alusión a estos textos, porque su función es la de vender un régimen salvador que no se creen ni ellos mismos y, por supuesto, alejar a Franco y toda su piara de cualquier relación con el ideal del Fuhrer y del Duce. Y es que hay muy poca piedad en el alzamiento militar...No me andaré por las ramas, os pongo la columna:

 

LOS ENEMIGOS...

Las recientes "tenidas" de la francmasonería europea han revestido importancia excepcional por cuanto a los hijos de la Viuda se han quitado la careta y han aparecido a los ojos de la opinión mundial tal cual son.

Ya lo sabíamos, pero no esta demás esa confesión: la masonería anda entre bastidores y es la que mueve secretamente los hilos de la vastra trama, que tiende a convertir a España en una colonia occidental de Rusia, por eso anda inquieta y culebrea por las cancillerías, buscando ayuda en favor "de los hermanos rojos españoles".

Conviene que de esto vayamos tomando nota para actuar en consecuencia.

Bajo la máscara ridícula de sus ritos grotescos, la masonería oculta todo el veneno de su odio antirreligioso y antipatriótico.

No se olvide tampoco que en el fondo tenebroso de las logias pelulan los hijos malditos de Israel; otra de las plagas que bajo el signo del Frente Popular acamparon en España, fué la de los judíos expulsados de Italia y de Alemania, sobre todo.

El judaísmo y la masonería, son los verdaderos enemigos de España y dle mundo civilizado.

El comunismo no es, en fin de cuentas, más que una secuela, un efecto, la bomba incendiaria y explosiva cargada por manos invisibles en el seno de cenáculos tenebrosos a los que hay que llegar, con decisión y valentía, como Hitler, como Mussolini para acabar de una vez con la posibilidad, aún la más remota, de que se incuben planes satánicos de exterminio y barbarie.

* Imagen extraída de la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Educación y Cultura.