(Artículo aparecido en el diario "La República Española", año de 1869)
Un sacerdote, según los Neo-católicos.
Un sacerdote, según los Neo-católicos.
Nos consta que en la parroquia de Poago, el cura, terminado el sacrificio de la misa, dirigió de una manera destemplada la voz a sus feligreses, porque supo que muchos de ellos tenían la Cartilla de los deberes y derechos del ciudadano, que nuestro amigo D. J. G. Aiegre escribió para instrucción del pueblo: después de obligarles a que la entregasen como nociva y perversa, y de romper varias de ellas, les dijo que los pícaros y bribones de los liberales que habían expulsado a la pobre reina, trataban por todos los medios de pervertirlos y engañarlos, con otras lindezas por el estilo. Después de este hecho incalificable, pocas palabras tenemos que decir a ese sacerdote; sólo le recordaremos:
1º. Que ha cometido dos atentados; uno contra la libertad que tiene todo ciudadano de instruirse, y otro contra el derecho de la propiedad, atacado por malos medios.
2º. Que hoy, afortunadamente, no hay más que un sólo tribunal para juzgar toda clase de delitos comunes, sea cualquiera el que los cometa y la posición que ocupe. Nada más por hoy; creemos que nos habrá comprendido ese señor.
Artículo original (Hemeroteca de Gijón).
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