Huelga de la mineria. Rebeldes, ¿rendiros?

Es la única manera de salvar vuestras vidas, la rendición sin condiciones y la entrega de las armas antes de veinticuatro horas. España entera, con todas su fuerzas, va contra vosotros dispuesta a aplastaros sin piedad, como justo castigo a vuestra criminal locura.

La Generalidad de Cataluña se rindió a las tropas españolas en la madrugada del domingo. Companys y sus cómplices esperan en la cárcel el fallo de la justicia. No queda una huelga en toda España. Estais solos y vais a ser las víctimas de la revolución vencida y fracasada.

Todo el daño que os han hecho los bombardeos del aire y las armas de las tropas, son nada más que un simple aviso del que recibiréis implacablemente, si antes de ponerse el sol no habeis depuesto la rebeldía y entregado las armas. Después iremos contra vosotros hasta destruiros, sin tregua ni perdón. ¡Rendios al gobierno de España! ¡Viva la República!

La historia es un bucle que se repite sin cesar. En otro tiempo, en otro lugar. En 1934 la brutal represión ejercida por la República ante los obreros (ejecutada por Franco) masacró físicamente a todos aquellos que querían no ya soñar, sino vivir un mundo nuevo. Fueron asesinados por aire y tierra, en nombre del gobierno de España, con vítores a la Républica.

Hoy la represión es más silenciosa, más "democrática", y en nombre del gobierno de España, y con vítores a la nación Española se intenta una vez más acabar con el movimiento obrero. A los mineros se les exige silencio, respeto a las instituciones democráticas, pacifismo... por parte de un gobierno y un país que intenta aplastarlos, silenciarlos para siempre, robarles el poco pan que les queda. Ahora se usa la constitución, en 1934 también. Desde los núcleos fascitaliberales se les acusa de violentos, desde esos mismos núcleos que han llevado a la ruina a todo un país y que cuentan con las fuentes de riqueza y represión.

Mañana miércoles una manifestación multitudinaria recorrerá las calles de Madrid, no ya de mineros, sino de hombres, mujeres y niños de toda condición reclamando justicia. Que la lucha no pare ahi, porque en casa, en silencio, esperando a que lleguen las próximas elecciones generales y dejando que nuevamente los políticos actuen no según lo que dijeron sino según les viene en gana no se arreglará nada. La paz no es sino el resultado de la lucha, si vis pacem parabellum. No habrá, no puede haber, monarquía constitucional ni república que pare esto. Que pare la lucha por la dignidad.