lunes, 26 de marzo de 2012

Revisionismo histórico. Tan avanzado como en 1937.


La imagen que cuelgo hoy, si bien está fechada en 1937, podría ser la visión que da cualquier revisionista en la España de 2012. Decía TUSELL, en un artículo que se puede leer en su totalidad (y recomiendo) en http://www.derechos.org/nizkor/espana/doc/revis.html que:

Revisar es un verbo que necesariamente conjugan cada día los historiadores. (...) Pero una cosa es revisar y otra muy diferente el "revisionismo". Todo historiador parte de unas fuentes primarias y logra una interpretación original que se escribe en el hipertexto de nuestros conocimientos y que sin duda será objeto de reconsideración. El "revisionista" actúa de otro modo. No parte de preguntas, sino de seguridades o de presunciones. No acude a las fuentes primarias, sino a las secundarias que pretende elaborar con originalidad. Lo hace, sin embargo, con extravagancia acudiendo a interrogantes inapropiados que remiten a la posición partidista que ya ha adoptado. Elude la técnica del historiador y por eso suele magnificar el dato irrelevante para sus propios fines o tomar la parte por el todo. Huye de matices porque lo suyo es el dualismo maniqueo, la simplificación o la parcialidad. Ansía la polémica porque parece concederle el privilegio de una posición innovadora o situarle en idéntico plano de los profesionales de la Historia”.

Como dice Tusell, podríamos decir que un revisionista hace historia para justificar su postura o, lo que también es frecuente y mucho peor (y esto ya es cosecha propia), la de aquellos que de una manera u otra lo sostienen. No seguiré con este artículo porque es mucho mejor leerlo de manera íntegra en su página de origen, aunque lo suscribo plenamente. A continuación muestro la imagen de esa nota de prensa que, como decía al inicio del post, está fechada en 1937 pero se podría leer, entre otros sitios, en algunos blogs trasnochados que por el momento prefiero ni mentar.


La tira tragicómica que he adjuntado aparece en el periódico PATRIA el 23 de octubre de 1937. En ella se puede ver la temática tradicional con el mismo vocabulario que aún hoy en día se puede leer en estos autores: los rojos matan a los médicos por no curarles y creerles traidores, rematan a sus propios heridos quemando luego sus cuerpos en grandes piras, como si de un aquelarre pagano se tratara. Es gracioso que pese a matar a sus heridos primero tienen la "delicadeza" de adormecerles con una inyección letal, supongo que único hálito de piedad en el rojo fanático que mata y asesina a los suyos y a los demás por igual. Si por desgracia algún herido se ha librado de la ejecución y consigue, pataleando, de la pira funeraria, sus compañeros lo disparan y rematan la faena. El éxtasis de la información es que en los hospitales las enfermeras se comen junto con los familiares, los alimentos de los heridos, aunque no clarifica si esto pasa antes de que a los médicos los ejecuten por no salvar a los heridos. 

La historia, contada con otras palabras, podría resumirse así:  después de que los rojos ejecutan a sus propios hombres uno de ellos despierta en medio de una pira funeraria y sale corriendo y pataleando como a buen quemado corresponde. Después de librarse de un compañero que se lo quería cargar por no haber ardido, deciden llevarlo a un hospital y de paso cargarse a un médico que no había curado a un soldado masón de la lumbalgia que lo afectaba. Como tenían que ingresar al soldado de la pira le dejan un bocata de jamón para que pase la tarde, sin saber que cuando entra en planta una enfermera de malas artes no sólo se come el jamón sino que lleva a su padre y santa madre y les deja que devoren hasta la última miga del pan de hogaza. 

No sé si seré yo pero hasta algunos libros religiosos me parecen más creíbles...




2 comentarios:

  1. Eso de quemar más bien se daba en el bando fascista. En Badajoz en vez de enterrarlos los achicharraban. También en Llerena hay testimonios de ver cuerpos calcinados. Los revisionistas extremeños aducen que los quemaban porque no había mano de obra. En Badajoz había en el 36, 40.000 habitantes. No había mano de obra; jejejejejejejejeje. Hay que ver las patrañas que se inventan para que la historia les encaje en sus disparatadas teorías.
    Un saludo amigo
    DE FRENTE Y PA LANTE

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  2. Me hace "gracia" que esa columna que he puesto data del año 1937 y sin embargo hoy en día todabía hay pseudohistoriadores que se parecen como una gota de agua a esta crónica, como hemos podido ver en tu propio blog, Juan Antonio. Lo triste es que haya gente que, como creyentes de un milagro o de una aparición, sigan esas ideas a pies juntillas sin un ápice de crítica con ellos y, mucho menos, de comprensión y sentimientos hacia los que tanto sufrieron en aquellos años.

    Saludos Juan Antonio.

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