"Una sociedad capitalista, que se aferra a formas de Estado dictatoriales, y que se ve cada día más hundida en la crisis económica, en la incapacidad para nivelar la economía. Y un proletariado cada vez más despierto y cada vez más insurgente, que trata de derruir el viejo edificio, para sobre sus ruinas implantar un régimen de mayor justicia y equidad social, más racional y más humana. Lucha decisiva entre los que no se resignan a morir y se defienden con toda la crueldad de su violencia organizada, y lo que pugna con venir a la vida desembarazándose de los escombros en que se le quiere ahogar. En la Naturaleza siempre triunfó lo nuevo sobre lo viejo:; lo naciente e inconcreto sobre lo decrépito y de forma acabada. No hay que ser profeta para predecir el porvenir.
Isaac Puente, El comunismo libertario y otras proclamas insurreccionales.
Lástima que, con los tiempos que corren, ese proletariado cada vez más despierto que pudo ver Isaac hoy se haya convertido en un espejo de lo que fue. La crisis del sistema capitalista, sin embargo, se perpetúa y con ello arrastra a los que en su día no pudieron ahogarla, siendo ellos ahora los asfixiados, tal y como el médico de Maeztu pudo vislumbrar hace ya tantos años.
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