Nuevamente tenemos que hablar de los desahucios. Temeríamos ponernos pesados si el tema no fuera tan grave como el de que miles de familias se queden sin su casa y, lo que es peor, encima tengan que llevar una deuda a las espaldas para el resto de su vida. Tras la muerte de Amaia Egaña, las miles de personas expulsadas de sus casas y las continuas protestas por parte de las asociaciones anti-desahucio y de la población en general, parece que algunos quieren ponerse las pilas. Tarde y mal, como siempre, pero mejor eso que nada. Sin embargo no debemos caer en el engaño:
- PP y PSOE se reúnen por la presión social e incluso europea, que ya ha dicho que esta ley es injusta y antidemocrática. Han tenido años ambas formaciones políticas para solucionar el asunto, pero han tenido que ser miles los casos de desahucio, algunas de sus víctimas incluso perdiendo la vida, para que al fin digan que van a hacer algo. Veremos a ver qué deciden, seguro que da para otro post...
Como si del período de la Restauración se tratara, el bipartidismo llega a ser tan patético que los que han tenido en sus manos cortar esta sangría son los que ahora se nos aparecen como los salvadores
- Nuevamente quieren ejercer el bipartidismo. Porque se reúnen solos, como si la política y el futuro de este país sólo dependiera de PP y PSOE, como si no hubiera más formaciones políticas representadas en el parlamento y, lo que es peor, no escuchando a los grupos de afectados que llevan en lucha mucho tiempo, cuando estas dos formaciones hacían oidos sordos a cualquier medida que evitara esta injusticia.
- Los sindicatos policiales dicen querer asesorar y ayudar a aquellos policías que se nieguen a participar en un desahucio. Triste es que no lo hayan hecho antes: con lo que les gusta alabar los grupos policiales a las televisiones no parece que este caso se haya producido una sola vez, porque ya lo hubieran contado hasta hartarse.Y es que ahora parece que las víctimas son los brazos ejecutores de leyes injustas, esto es, jueces, polícia, agentes judiciales... me muero de pena al ver sus caras cuando estan obligando a una familia a dormir a la intemperie, tanta pena que se me olvidan las verdaderas víctimas... (ironía). Sin embargo no hay que desdeñar estas actitudes. Todo no va a cambiar de la noche a la mañana, y quizás llegue el día en que, esos mismos policias a los que les da pena ejecutar un desahucio (pero hasta ahora lo han estado haciendo), cuando llegue la hora de moler a palos a unos estudiantes sentados pacíficamente en el suelo, se nieguen. Entonces quizás se ganen el respeto que tantas veces piden, cuando dejen de ser sólo el brazo ejecutor de políticos y únicamente les mueva la obediencia a quien les está dando de comer (si bien esto último lo estaríamos haciendo nosotros...).
No veo yo la cara de pena en estos "representantes de la ley". Se lo van a tener que currar mucho para que podamos creer que ahora se ponen del lado del pueblo. Que por nosotros no sea.
Por todo esto no debemos olvidar que la fuerza la tiene el pueblo. Los políticos, lobbies económicos y sus medios de control sobre la población no son sino piezas de dominó que, en el momento propicio y por el arranque popular, pueden derrumbarse con apenas un soplo. Por eso no debemos dejar que toda esta fuerza sea arrastrada, dirigida o borrada por el intento de los grandes partidos de cortar por la sano esta situación. No debemos dejar que los pirómanos aparezcan como bomberos al final de la historia. Eso en el mejor de los casos, porque tememos que las medidas que adopten estos días PP y PSOE no sean más que parches a una historia que nunca debería de haber sucedido. Lo veremos. Y lo contaremos.
Amaia Egaña, in memoriam.
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