En el periódico El Lábaro del 28 de julio de 1909 se anunciaba este producto, llamado COZA, y que anunciaba a bombo y platillo el fin de la resaca. O mejor dicho, el fin del consumo del alcohol, porque hablaba de "disgustar al borracho del alcohol (...) La mujer, hermana ó hija (véase el papel femenino en la lucha contra el alcoholismo) del bebedor, pueden administrárselo sin sberlo él y sin que se necesite decirle lo que determinó su cura".
Como todo producto, hay que ver su currículum, y COZA no iba a ser menos. Sin poner los datos personales, estos polvos (que no lodos) "ha reconciliado millares de familias, ha salvado millares de hombres del oprobio y del deshonor y les ha vuelto ciudadanos vigorosos y hombres de negocios muy capaces". Parece ser, según estas líneas, que los hombres de negocios de aquella época, gracias a COZA, dejaron de ponerse hasta las orejas, de llegar renqueando a casa tropezando de farola en farola y se dedicaron a sus negocios capitalistas, mucho más sanos (al menos para ellos).
Por suerte el anuncio acaba diciendo que este polvo es inofensivo. Gracias a dios. Porque su nombre bien podría recordar a Colza y, en ese caso, mucho mejor sería seguir bebiendo.
El Lábaro : diario independiente Año XIII Número 3734 - 1909 julio 28
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