domingo, 23 de marzo de 2014

22M, La noticia que la ultraderecha nunca hubiera querido dar

Ayer cientos de miles de personas recorrieron las calles de Madrid mostrando la DIGNIDAD de un pueblo que no quieren doblegarse ante el neoliberalismo, demostrando que es la gente quien tiene el poder, no los burócratas de traje y corbata que tras imponer un sistema pretenden hacernos creer que votando cada cuatro años ya somos dueños de nuestros destinos.

Ayer "dignidad" fue la palabra que más se oyó en la capital del estado, y precisamente es la cualidad que más falta en algunos medios de comunicación, apoderados del sistema establecido y verdaderos mercenarios de la pluma al servicio del poder. No vamos a exigir a estas alturas que los periódicos de la ultraderecha sean benignos con la manifestación del 22M, no son perros que muerdan la mano de sus amos. Estos periodistas al servicio del capital que con tanto ahínco nos hablan de la censura en Venezuela o de la manipulación informativa en Rusia, sólo por poner un par de ejemplos, sin embargo son capaces de tratar en sus rotativos digitales la noticia de la gran manifestación de ayer con una catadura inmoral que ni Goebbles en sus mejores tiempos hubiera desarrollado.

Digital ABC

Digital LA RAZÓN

Así, la manifestación de cientos de miles de personas venidas de toda la geografía, de hombres, mujeres y niños, muchos con problemas para llegar a final de mes, otros sufriendo la desaparición de la ley de dependencia, funcionarios, jornaleros, autónomos... acaba reduciéndose en estos panfletos políticos a una congregación de delincuentes radicales que sólo aspiran a hacer el máximo daño en la capital de su imperio. Al igual que estos contenedores de basura informativa, la ultraderecha española extiende sus tentáculos para enmierdar en lo posible la marea humana que ayer exigió (que no pidió) que se respeten sus derechos, ya sea como hemos visto en la prensa, radio o televisión. Y como no, muchos políticos, aquellos que temen que algún día se les acabe el chollo y pretenden evitar a toda costa que sea la ciudadanía quien algún día pueda guiar su destino. Y surgen situaciones que serían cómicas si no fuera por la gravedad del asunto, como en el des-gobierno de Madrid, donde Ignacio González acusó de ultraderechistas a los que ayer se manifestaron mientras que su nº 2, Salvador Victoria, decía que estas mismas personas era la ultraizquierda española.

Una mentira por mil veces que se repita no se convierte en verdad. La verdad en este caso y, sobre todo, la verdadera noticia, es que cientos de miles de personas ayer se manifestaron de forma mayoritariamente pacífica (eso pese a la presión policial) reclamando el final de los recortes, el derecho a un trabajo digno y, en definitiva, el derecho a trabajo, techo y pan. Una sonrisa se nos escapa fugazmente al pensar en como se debían de estar revolviendo en sus madrigueras todos estos personajes oscuros y siniestros que ven en la represión de cualquier petición popular por legítima que sea la única solución a su propia existencia. Ningúnsitioesbueno prefiere quedarse con la foto real, la que todo el mundo pudo ver, esta:



Fotografía: Olmo Calvo

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