Carrillo, Paracuellos y los majaderos.

Reconozco que nunca ha sido santo de mi devoción en lo que a su ideología ha representando Santiago Carrillo. Como anarquista no deja de crearme ciertos reparos por lo que su partido hizo en la Guerra Civil, reparos que sin embargo son vencidos a costa de los años pasados y por el bagaje que esta persona ha tenido como libro de historia viviente.

A la hora de su muerto con 97 años y cigarro en mano (ya quisiera para mí estas dos últimas cosas) es lógico que en todos los canales de televisión le dediquen más o menos tiempo en su parrilla. Y es entonces cuando a ciertos contertulios les sale la vena más... ¿neoliberal? Vena que por otra parte todos conocemos y ellos no intentan ocultarla, pero que en estos asuntos la sacan a relucir de la forma más casposa.

¿A qué me refiero en el caso de Carrillo? Evidentemente a su presunta responsabilidad con el asunto de Paracuellos, tema controvertio de sobra conocido ya por todos. Es curioso que en este caso, un miembro del ABC, dijera que Carrillo y su gente no sólo fueron los asesinos de Paracuellos, sino que además mataban a gente sólo por leer dicho fanzine (perdón, periódico). Lo que es vergonzante es que esos mismos personajes que hablan una y otra vez de Paracuellos callan como put los asesinatos que se hicieron no ya durante el conflicto, sino también después, con los miles de fusilamientos y fosas comunes que desangraron España entera.

Fosa común en Malaga, una más en el macabro mapa de ejecuciones "nacionales"

Paracuellos no fue para enorgullecerse, desde luego, pero ocurrió en un momento muy concreto, de retirada, durante el conflicto y cuando dejar salir simplemente a toda esa gente hubiera sido demasiado peligroso para la coyuntura bélica que esta sucediendo (donde la responsabilidad, por cierto, nunca ha sido clarificada del todo). Los asesinatos masivos en pueblos y ciudades por parte del bando "nacional" una vez ganado el frente, primero, y la guerra, después, fue una limpieza ideológica en toda regla que nada envidia a lo que pasaría luego en Alemania o Moscú. Y sin embargo todos estos liberales de corbata bien colocada y traje de marca no dicen nada. Omiten todo esto, y dan un salto de repente hasta 1975 con su tan manida reconciliación nacional.

En España no ha habido reconciliación. No la puede haber. Porque si no hay primeramente un reconocimiento de esos crímenes cometidos por un poder ilegítimo no sólo durante la guerra, también tras su finalización, si no hay ese reconocimiento, no puede haber perdón ni justicia. Mientras tanto, los encorbatados neoliberales que sólo saben lanzar esputos recordando Paracuellos no son otra cosa que unos majaderos.