viernes, 30 de marzo de 2012

Huelga. 29 Marzo y violencia de estado.

Ayer fue una jornada de huelga general que, pese a quien le pese, resultó finalmente multitudinaria. No pertenezco a ningún sindicato, y con algunos guardo más que una prudente distancia, especialmente con los estatales que tanto han pactado con los diferentes gobiernos conformándose con migajas mientras ley tras ley los trabajadores perdíamos más y más derechos. Sin embargo ayer era un día para salir a la calle y protestar ante la mayor agresión a los derechos laborales vista en los últimos 30 años. 

Concentración masiva en la Plaza de la Virgen Blanca en Vitoria-Gasteiz.Foto: Anarkismo.net


Las concentraciones, como decía, fueron multitudinarias. Miles y miles de personas salieron a la calle y ejercieron su derecho de huelga, ese derecho que estoy seguro que a más de uno le gustaría derogar. Y es que al gobierno no le gusta que nadie proteste, y considera, como todo el lobby mediático de extrema derecha, que en vez de un derecho es más un acto antidemocrático que pretende evitar una ley promulgada por un gobierno democráticamente elegido. 

La Coruña. Foto ¿Aínda?
 
Pues bien, señores funcionarios políticos, deben de saber que el pueblo no necesita que cuatro encorbatados bien cebados nos conceda o nos quite el derecho a la huelga, porque es algo que el obrero siempre tendra, que siempre tuvo, incluido los años en que no existía tal derecho. Protestan algunos por la violencia ejercida durante esta pasada huelga *. Cuatro contenedores quemados y poco más en más de 100 manifestaciones con miles y miles de manifestantes parece, a todas vistas, un precio bastante adsequible. Porque se habla de la violencia por una parte pero, ¿que hay de la violencia estatal? ¿Cómo podríamos cuantificar el daño que produce la expulsión de una familia de su piso por no poder pagar la letra a un banco que acaba de recibir millones de euros de ayudas pagados por todos? ¿Cómo cuantificar que mientras cada vez más gente no tiene ni para comer los grandes empresarios se sigan y sigan repartiendo cada vez más beneficios? ¿Cuanta violencia concentrada habrá en cualquiera de los despidos casi libres que se producirán a partir de ahora?

 Madrid, Puerta del Sol. AP Photo.

La violencia va y vuelve, señores, y cuando a la gente se la arrincona y se la ahoga y esclaviza con leyes democráticas la reacción es imprevisible. No se puede aceptar esta reforma laboral. Hablan de que el gobierno que la ha promulgado tiene mayoría absoluta y por ello toda legitimidad para que haga y deshaga. ¿Alguien escuchó que iba a realizar esta reforma en su programa electoral? Por supuesto que no, por lo tanto es una ley ilegítima, que nadie ha votado en este país en el que nunca se cuenta con su gente. El referéndum es algo tan utópico que ni siquiera lo he oído en las concentraciones. ¿Qué le queda entonces al obrero? Luchar. No queda otra. Y luchar día a día, porque se ve insuficiente un día de concentraciones masivas para el asalto a los derechos que se ha producido. Si ésto sólo queda en el día de ayer, el gobierno satisfecho se acariciará su barriga y dirá: "trámite pasado".

* Este blog está en contra de cualquier forma de violencia.
** Como se gritaba en la manifestación a la personalmente acudí, "y luego diréis, que somos cinco o seis".

2 comentarios:

  1. Hola Corvux.
    Has visitado mi blog, has dejado un comentario (cosa que agradezco) y yo, en justa reciprocidad visito el tuyo y quiero dejar mi comentario.
    Dices:
    «No pertenezco a ningún sindicato, y con algunos guardo más que una prudente distancia, especialmente con los estatales que tanto han pactado con los diferentes gobiernos conformándose con migajas...»
    Vale; bien. De acuerdo. Yo tampoco..., o sea, estoy jubilado.
    Bueno.
    Los sindicatos españoles tendrán muchos defectos, seguramente, pero es que nacieron enclenques y sietemesinos contaminados por aquel veneno que supuso "la transición pacífica del franquismo a la democracia".
    El asalariado, desde que —dicen— hay democracia aquí en España, si quiere se afilia a un sindicato obrero y si quiere no se afilia. Y no suele querer..., ¡oye!
    ¿Qué fuerza queremos que tengan los sindicatos españoles?
    Otro gallito le cantaría al sindicalismo español si esto de la afiliación fuera como dicen que fue en la República, afiliación forzosa. O como, sin ir tan lejos, están concebidos los sindicatos de los titulados superiores (obreros de lujo). Me refiero, por si no lo has captado, a la sindicación obligatoria en colegios profesionales de todo el que sale de la universidad con un titulito debajo del sobaco. (Médicos, abogados, ingenieros, arquitectos, etcétera, etcétera, etcétera).
    No dejes de ser crítico y exigir más a nuestros sindicatos actuales, pero tampoco olvides cómo nacieron y cómo se criaron en su infancia, allá por los años setenta del siglo pasado.

    Saludos socialistas y republicanos,

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    1. Buenas Jesús,
      En lo que decía en el post no pretendía hacer la infame campaña que desde los medios "conservadores" se lleva practicando no ya ahora, sino desde hace tiempo. Simplemente quería hacer una crítica a la situación actual de UGT y CCOO que han ido demasiado tiempo de la mano de ciertos gobiernos y cuyas fotos con la patronal han sido tambien harto habituales.
      Mi idea del sindicalismo (el cual creo que es necesario y del todo beneficioso para el proletariado) es algo más cercano a aquellos sindicatos donde no existen liberados y donde la lucha se hace más directa, menos gubernamental y más autogestionado. Ahora bien, tambien soy consciente de que no estamos en los tiempos de las grandes concentraciones obreras en dos o tres fábricas en cada ciudad y que la situación es mucho más compleja.
      Un saludo amigo.

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