Que un día como el 22M se
concentren en Madrid entre uno y dos millones de personas exigiendo unas
condiciones de vida justas y que muchos de los medios de comunicación estatales
sólo mencionen los disturbios que se produjeron al finalizar ésta ya es síntoma
de que algo no marcha bien en este país. Que durante los días posteriores se
siguiera hablando de estos “desórdenes” y se culpara de los peores crímenes a
esos cientos de miles de manifestantes por varios incidentes nos sigue
mostrando la poca decencia de estos medios. Evidentemente no hablaremos de cómo
empezaron estas algaradas, ni la coincidencia de que comenzaran poco antes de
las 21:00 de la noche cuando la manifestación iba a ser retransmitida en todos
los informativos, ni las cargas policiales antes de esta hora cuando aún había
permiso legal para las concentraciones… Ni tampoco pondremos aquí una lista de
las bajas causadas por los antidisturbios, ni las suyas, aunque casualmente los
heridos policiales nos han sido mencionados de forma machacona una y otra vez.
Eso sí, apenas se ha mencionado (en los medios ultraderechistas nada de nada)
el hombre que ha perdido un testículo o el que ha perdido la visión de un ojo
por los pelotazos de los UIP, eso no se puede decir para no distorsionar el
discurso oficial: los manifestantes son muy malos, casi terroristas, y los
pobres policías que sólo iban a poner orden fueron masacrados y arrasados por
estos peligrosos antisistema.
Manifestación del 22M que con tanto ahínco han intentando minimizar y culpabilizar algunos medios (foto EFE)
Y claro, tanto se alimenta el
falso discurso y tanto se alienta, jalea y victimiza a los cuerpos policiales que
las consecuencias vienen a los pocos días. En la manifestación del 29 de marzo
que reunió a varios centenares de personas bajo el lema “Jaque al Rey” la
represión que los asistentes sufrieron fue de una brutalidad extrema. Y no sólo de los que allí fueron a gritarle
al monarca elegido por Franco que se vaya recibieron una lluvia de golpes,
también los medios de comunicación “no oficiales” fueron arrollados por los uniformados
UIP, seis de ellos golpeados y, según fuentes de la coordinadora 25S, uno
detenido.
Vídeo de J. Robles donde se pueden ver parte de estas agresiones policiales a manifestantes y prensa
El silencio absoluto sobre esta
brutal represión se cierne sobre los medios oficialistas. Sus informativos, sus debates y sus
ideólogos callan estas agresiones, porque amenazan su discurso del odio, su
lenguaje represivo. No es bueno que el rebaño vea cómo actúan sus mastines, y a veces hay que morder alguna oveja para que
el resto aprenda. Y esto los convierte también, en cierta manera, en culpables.
Pero no aprenderemos, y no
callaremos. Sólo los tontos y los que están metidos en el ajo se creen (o
quieren creer) esa basura que nos contaban algunos periódicos el día 23 de
marzo, que mientras tachan la violencia en Venezuela como legítima o tildan a
los que asaltaron el parlamento de Ucrania de patriotas sometidos a una brutal
represión, a los cientos de miles de personas que el día 22 pidieron un mundo
mejor los acusan de terroristas, golpistas y vaya usted a saber.
Somos más, sólo es cuestión de
organizarnos y de seguir un camino común. Y no importa que nos manden a su policía
armada, habrá un día en que estos mismos tendrán que elegir de qué lado están.
Y por supuesto nos da igual lo que algunos cuervos chillen en sus homilías.
Rouco y su mención a la guerra civil no es sino el último ejemplo de lo enfermo
que esta este país. O al menos una parte de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opina lo que quieras, aquí no se censura, sólo se pide educación.