Gracias señor Presidente.

Gracias señor Presidente. Gracias por no dejarse ver mientras este jodido país se hunde. Aún recuerdo su cara de pasmado en la portada de El Mundo, ofreciendo pan y circo a la ciudadania, con su gabardina poco ostentosa, casi como un parado más.

Gracias señor Presidente, por su reforma laboral. Ahora ya no hay derechos que valgan, gracias a su buena gestión. Su ayuda al empresariado hace que cualquiera pueda estar mañana en la calle (si no lo está ya), con una mano delante y otra detrás, con cuatro duros en el bolsillo y un futuro de mierda. Como se puede ver, sus más de 6 millones de parados convierten al ideólogo de esta polícia en un verdadero incompetente. Alguien que de verdad se merece quedarse en la calle. Y sin paro.

Gracias de nuevo, señor Presidente, por todo lo que está haciendo por nosotros: por sus recortes en sanidad, por degradar y recortar cada vez más la sanidad pública, por subirnos los impuestos, por quitarnos los derechos que tanto tiempo costó conseguir, por echarnos a la calle mientras el banco al que todos hemos salvado el culo se queda con la casa y nos sigue pidiendon el impuesto revolucionario. Ah, y gracias por subir al poder esgrimiendo un programa electoral que no tendría actualmente utilidad ni siquiera en el W.C., lo cual deja sin valor alguno el proceso democrático del que tanto se jacta.

En definitiva, gracias por jodernos la vida.