La homosexualidad en el PP y la Iglesia

Parece ser que el Tribunal Constitucional dirá que sí es legítimo el matrimonio entre homosexuales. Todo empieza en el año 2005 cuando una reforma en el Código Civil permite a estas parejas el poder contraer matrimonio civil. Acto seguido, y como podía esperarse, la derechona de este país saltó a la calle para protestar en contra de esta medida y, de paso, poner un recurso de inconstitucionalidad. Siete años se ha tenido que esperar para que una serie de personas digan lo que la gran parte de la sociedad, en sus cabales y sin paranoias pseudorreligiosas, piensa, es decir, ¿por qué no podrían casarse dos hombres o dos mujeres? ¿Por qué algunos iluminados dicen que ésto daña a la familia "habitual"?

 

Como se puede ver en la fotografía de arriba, ya por el año 2005 los obispos salieron a la calle (se manifestaron y no se les acusó de radicales, curioso) para protestar en su forma habitual, esto es, no para pedir derechos sino para quitarlos, en este caso el derecho a contraer matrimonio. En la foto tipical spanish se puede ver arengas clásicas en estos eventos como "matrimonio= hombre y mujer" o "ya esta bien de ataques a la familia". Pero, ¿a quién atacan estas unidades? ¿Qué familias son perjudicadas por ello? Ni siquiera la familia eclesiástica se debe de considerar agredida por esto, porque si algún día deciden dejar el celibato podrían ser los beneficiados... Ironías aparte, es curioso que el señor (o señorito) Rouco y sus acólitos salgan a la calle para impedir que dos hombres o mujeres contraigan matrimonio civil (porque no estamos hablando del matrimonio contraído por la iglesia u otra confesión religiosa) y en cambio se queden en sus cuevas y no protesten contra los recortes que este gobierno está realizando en todos los niveles llevando a los más necesitados a la miseria más absoluta.

Respecto al PP no se podía esperar más de un partido que éticamente cada vez es menos. Su propia castración ideológica les impide avanzar socialmente como se debiera haber alcanzado ya el año 2012. Saben que entre sus filas hay, como no podría ser menos, numerosas personas que podrían beneficiarse de esta ley, pero aquí y en el resto de países del mundo, un ultraconservador convencido debe de ocultar su homosexualidad, porque en estos partidos y concepciones la apariencia es lo que cuenta. Ójala este tipo de gente salga algún día para luchar por los derechos de todos, para pedir más libertad sin cadenas estúpidas. Pero eso es mucho pedir. Y mientras tanto, a Dios rogando y con el mazo dando...